Determinar el papel de la influencia de los precios en un sistema económico es algo fundamental, puesto que mediante el análisis de su evolución es posible marcar una serie de acontecimientos que tienen su origen en un cambio en el valor de cambio de los productos. El precio no puede ser entendido, solamente, como el punto de equilibrio entre las curvas de oferta y demanda, puesto que en ocasionas, y especialmente en la Edad Moderna, la realidad es bien distinta.
La Historia Económica nació como la búsqueda de estudiar la Historia de los precios, lo que da lugar a una reflexión sobre los mecanismos de regulación económica. Incluso en períodos de crisis económica, ya en la actualidad, ha habido instituciones interesadas en el estudio de los precios en etapas anteriores para poder analizar las formas a emplear para resolver ese momento crítico. El periodo más estudiado y que más interés ha despertado ha sido el siglo XVII por las dificultades y alteraciones que durante él se viven.
Puesto que el mundo europeo de la Edad Moderna es fundamentalmente rural, son los precios agrícolas los que mayor interés han despertado entre los estudiosos por su determinante papel en la sociedad. Los precios de los productos agrarios estaba en función de la producción y del tipo de mercado (regional, local, internacional). El gran producto especulativo de este mundo de economía de subsistencia y hambrunas fue, por lo general, el grano de cereal. Su precio oscilaba mucho en un sistema de salarios estabilizados.
La curva de comportamiento del precio agrícola en los cereales en el siglo XVI sería una curva ascendente y responde a una ley bastante simple: en mercados locales la producción alta se traducía en una caída de precios, mientras que una producción baja determinaba la subida del valor de intercambio. Esta regla funciona así en mercados de autoconsumo, son mecanismos más complejos los de los mercados más sofisticados.
En los grandes mercados hay algunos puntos clave:
– La moneda: si se devalúa los precios suben.
– La cantidad de plata en circulación y la distancia entre los centro receptores de plata.
– La velocidad de circulación monetaria (número de veces que una moneda se intercambia en un tiempo dado): cuantos más movimientos más inflación.
Las características apuntadas sirven para los precios agrícolas y en algunos casos se puede aplicar al precio del textil, pero no es válido para los productos coloniales, como la pimienta.
Otros factores a tener en cuenta son:
– La importación: que era utilizada, en ocasiones, como una forma de contener los precios.
– La cuantía de los impuestos a pagar: la fiscalidad era por lo general indirecta y gravaban los productos de consumo (vino, aceite, vinagre, trigo, harina…)
– Algo que es determinante en los precios de los productos agrarios, la época del año: los más altos se daban en marzo-abril, momento que coincide con el mayor número de niños expósitos.
– El valor de la tierra: cuanto más alto era más altos eran los precios.
Para finalizar, es necesario comentar que los monarcas pusieron un especial empeño en controlar las fluctuaciones al alza de los precios, pero lo cierto es que todos sus esfuerzos por establecer tasas resultaron fracasados porque solía existir el mercado negro.
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