No siempre la actividad manufacturera de las áreas rurales era un trabajo de transformación relacionado con los productos de la tierra o que suministraba herramientas u otros instrumentos necesarios para las tareas agrarias. En ocasiones eran labores manufactureras independientes de la agricultura, extendidas por áreas rurales debido a las ventajas que éstas representaban frente a la producción gremial de las ciudades que no pudo responder a la demanda de los mercados mundiales desde el XVI. Por lo general, estas actividades eran manufacturas simples, no necesitadas de grandes inversiones de capital fijo y que, por su sencillez, podían desarrollarse en los propios hogares campesinos. Además, aprovechando los períodos de paro estacional del campo, los campesinos se dedicaban a estas tareas, junto con las mujeres y los niños de la familia. La esencia de la industria rural era una barata mano de obra campesina y la falta de organización, que conducía a una situación de dependencia mayor que la de los trabajadores urbanos.
Franklin Mendels ha destacado estas características básicas de la industria rural de tipo protoindustrial:
1) La producción de los artesanos protoindustriales se destinaba a mercados exteriores a la propia comarca y, en ocasiones, al mercado internacional.
2) Combinación del trabajo industrial con el cultivo de la tierra, aprovechando períodos de baja actividad, en sistemas poco intensivos y, especialmente, en economías pastoriles. Las únicas alternativas al trabajo protoindustrial eran el paro y la inactividad.
3) El desarrollo de actividades protoindustriales estimulaba la agricultura comercial en la región.
4) Los centros urbanos de las zonas protoindustriales dirigían el proceso de producción. Los comerciantes urbanos proporcionaban adelantos de materia prima o instrumental y, a veces, compraban la producción para comercializarla o para someterla a procesos de acabado realizados en las ciudades (tinte).
El aumento de ingresos de los campesinos debidos a las actividades artesanales facilitó un matrimonio más precoz y motivó el crecimiento demográfico. Los hijos pasaban ahora a ser una parte de la unidad productiva. El aumento de población y la expansión de la protoindustria llevaron a unos rendimientos industriales decrecientes que estimularon la innovación tecnológica y la expansión del sistema fabril. Asimismo, el desarrollo de la agricultura comercial motivó la especialización regional y, con ello, una mayor eficiencia agrícola y una reducción del precio de los alimentos.
La producción más extendida fue la textil, especialmente en los últimos años del siglo XVII, aunque en algunas áreas, como el West Riding de Yorkshire, el origen es anterior.
Otra zona clásica de la industria textil rural fue el Ulster que incrementó notablemente su actividad desde el XVIII.
En el continente, Flandes, desarrolló, en el interior, la producción de tejidos de lino, que se destinó a la exportación a España y a sus colonias americanas.
La producción de lino también está presente en la Alemania renana, donde también se dan otros productos como la seda y el algodón.
Una de las zonas protoindustriales europeas más destacadas fue el Languedoc. En el Alto Languedoc se elaboraban paños de baja calidad orientados al mercado interior, mientras que el mercado internacional compraba los paños del Bajo Languedoc de calidad superior.
Aunque el textil fue la industria rural más importante, la metalurgia también es significativo el desarrollo de la metalurgia, especialmente en torno a Wallall y Birmingham.
Los rasgos característicos que señalo Mendels no siempre condujeron aun proceso de industrialización. Según Mendels el número de trabajadores de trabajadores dedicados a la manufactura se incrementó, con lo que aquellos que se dedicaban en exclusiva al cultivo de la tierra disminuyeron en cantidad pero ganaron en productividad de la tierra y ganancias. Esto supuso un aumento de los costes de oportunidad, por lo que se encareció la producción rural. La fase protoindustrial produjo una acumulación de capital que fue empleada para las infraestructuras y las máquinas de las nuevas factorías.
En los Países Bajos coexistían un sector agrícola comercializado con altos salarios y un sector industrial pequeño y estancado. Por contra, en los Países Bajos Austriacos las industrias rurales realizaron con éxito la transición de la protoindustria a la industria fabril.
Donde los salarios altos no impidieron la industrialización fue en Inglaterra. Aquí la industrialización fue temprana, así que los empresarios obtuvieron cuasi-rentas aprovechando la baratura relativa de las máquinas .Esta fue una ventaja de partida para los industriales ingleses.
No se puede construir una teoría general de la desindustrialización. Muchos de los procesos de decadencia industrial no son sino uno de los aspectos de un fenómeno más general, el de la especialización regional, consecuencia del desarrollo económico.
Leave a Reply